viernes, 2 de octubre de 2009

Receta para no pensar

A la primera señal de que un pensamiento se aproxima muerda usted un trozo de granito. La experiencia me ha demostrado que este remedio es infalible en contra de la molesta presencia de ideas. Si las molestias persisten, acuda a la esquina de Insurgentes y Reforma a las dos y media de la tarde. Espere a que aparezca ante sus ojos un gato amarillo con manchas blancas. Tome entre sus brazos al simpático felino y proceda, con unas tijeras previamente adquiridas, a cortarle la uña más larga de la pata derecha. Una vez realizada esta operación, compre la edición vespertina de cualquier diario. Envuelva la uña con la sección de cultura o en su defecto con la de economía (queda estrictamente prohibido utilizar la de deportes). Corra desesperadamente al parque más cercano y aguarde. En algún momento tendrá que pasar un niño con un globo de color naranja. Acérquese sigilosamente y pinche el globo con la uña de gato que, durante la espera, habrá extraído del envoltorio de papel periódico (haga lo que guste con la hoja de papel). Cuando el niño observe desinflado su globo, llorará, si no llora, repita la operación hasta que consiga un niño que no esté defectuoso. En ese preciso momento pida auxilio; ya que nadie responderá a su llamado, infórmese acerca de la ubicación del cuartel de policía más cercano. Cuando se encuentre ante la presencia de la autoridad, confiese su crimen con lujo de detalles. Al descubrir que su delito quedará impune, los pensamientos dejarán de molestarlo y habrá alcanzado un "estado mental" semejante al que algunos morbosos llaman santidad.

1 comentario:

  1. un granito de que? purulento o como? vees me hace pensar mas de la cuenta desde el principio jooodeer

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